¿Flecha, semilla, mano o microscopio?

¿Te sientes identificado  por alguna de estas palabras?

Yo sí. Primero soy  una semilla una mano segundo, pero también me gustan las flechas y microscopios.   Y a estas alturas, probablemente te estés preguntando  ¿de qué diablos habla Susana?

En realidad estoy hablando de estilos de comunicación, y según mi investigación, hay cuatro tipos.

Los símbolos son una herramienta muy poderosa,  así que para ayudarme a recordar los diferentes estilos he hecho mi propia  interpretación simbólica para añadir un poco de imágenes a  este tema de hoy.

Espero que, en los próximos minutos, descubras  un poco más sobre tu propio estilo de comunicación.

La primera es LA FLECHA:  el estilo directo. Las personas con  un  estilo directo son decisivas, competitivas, independientes y seguras. Son  ambiciosos y determinados. Los demás pueden verlos un tanto cabezotas o exigentes porque pueden ser impacientes.

Les motivan los desafíos y están más interesados en los resultados que en las relaciones o sentimientos.

¿Este estilo te suena?  Antes de que respondas, hablemos de los demás.

El segundo es LA SEMILLA: el estilo de inicio. Este es mi estilo principal.

Somos sociables, entusiastas, espontáneos y gregarios. Pero podemos hablar más que escuchar. Nos gusta sentirnos aceptados y nos motivan las relaciones. Respondemos bien a los elogios y la aprobación.

Puedo reconocer estas características a lo largo de mi historia de vida. Solía ser súper dependiente de la aprobación y sufría cuando no la conseguía o me equivocaba. A medida que he madurado he aprendido a aceptar que no puedo complacer a todo el mundo, todo el tiempo.

También podemos ser  impulsivos, así que a lo largo de mi vida he aprendido que a veces necesito hacer una pausa, respirar, pensar y luego reaccionar para no dejarme llevar por las cosas.

No sabía que este era mi estilo principal hasta este proyecto, pero ahora puedo verlo con total claridad. Ha afectado a todas mis  interacciones, particularmente en el trabajo. Como líde de equipo, trayendo energía al equipo y haciendo que todos se unan en torno a un objetivo común. Y en mi caso, el cómo es siempre más importante que el qué. Así que  el objetivo no justifica los medios. Esto es probablemente algo que tiene que ver con el siguiente estilo del que también tengo un poco.

El siguiente es LA MANO: el estilo de apoyo. Este estilo es tranquilo, accesible y suave. Pueden percibirse como muy pacientes al tener habilidades de escucha activas. Valoran las relaciones cercanas. No les  gusta el conflicto y pueden ser grandes mediadores. Me siento identificada con la importancia de las relaciones y la resolución de conflictos. Estas dos áreas se han convertido en una de mis especialidades. Hablo mucho de ello en mi blog.

El estilo final es EL MICROSCOPIO:  o  analítico. Las personas con este estilo son precisas, lógicas, sistemáticas  y orientadas a tareas. Pueden ser bastante perfeccionistas. Les gusta saber dónde están y pueden ser privados con información personal y sus emociones.

Así que ahora que hemos cubierto los cuatro estilos diferentes. ¿Cuál de ellos resuena más contigo?

Una reflexión poderosa para mí, es que realmente no importa qué estilo seamos. Lo importante es poder reconocerlo en nosotros mismos para que podamos adaptarlo cuando sea necesario. Si  sabemos lo que funciona mejor para los demás podemos ser mejores comunicadores. Entonces, ¿qué prefieren los diferentes estilos?  

A las flechas les gusta ser directas. Llegan rápidamente al grano y podemos perder su atención cuando nos pasamos con detalles o sentimientos.

Las semillas prefieren construir conexiones, les gusta interactuar y compartir historias para hacerlo    personal. Si somos demasiado bruscos pueden cerrarse.

A las manos les gusta ser solidarios y sentirse apoyados. Les gusta un enfoque tranquilo y constante,  así que necesitamos ganarnos su confianza, involucrándolos en la conversación.

Finalmente. A los microscopios les encantan los hechos y los datos. Así que si queremos conseguir su atención, tenemos que presentarles mucha información. Tenemos que estar preparados para hacer y responder preguntas.

Mi estilo de comunicación principal como  SEMILLA  me ha ayudado a crear relaciones maravillosas  en casa y en el trabajo en las personas y sus sentimientos. Creando relaciones sólidas basadas en la  confianza donde las cosas se hacen, pero no a toda costa.

Creo que es muy importante reconocer que todos los estilos tienen ventajas y desventajas, por lo que al no tener un estilo directo, tal vez he perdido algunas oportunidades para lograr algunos objetivos. Y al no ser analítica, y puedo haber dejado que mi impulsividad me sobrepasara en ocasiones.

En resumen, hay cuatro estilos de comunicación diferentes: directo, iniciador, solidario y analítico. Todos  tienen cualidades fantásticas que aportar a nuestras vidas y todos podemos identificar áreas de mejora en las fortalezas de los estilos de comunicación que no poseemos.Así que si aún no lo has hecho, averigua qué estilo de comunicación tienes, aprovecha al máximo tus capacidades y aprende de los demás para ser más eficaz en tus comunicaciones.

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